Es un examen ecográfico detallado que se realiza entre las semanas 20 y 24 de embarazo. Permite evaluar el desarrollo anatómico completo del bebé.

Finalidad: Detectar malformaciones congénitas estructurales y confirmar el adecuado crecimiento fetal.

• Cabeza, rostro y columna
• Corazón y grandes vasos
• Riñones, vejiga y estómago
• Extremidades y movimientos fetales

También se revisa: El cordón umbilical, placenta, cantidad de líquido amniótico y longitud cervical.

Es clave para confirmar que el desarrollo fetal es adecuado y detectar de forma temprana posibles complicaciones. Es parte esencial del control prenatal avanzado.

Recomendación: Realizarla incluso si los controles previos fueron normales.